El domingo 23 hubo una reunión entre los representantes de las bancadas de Cambio Democrático, Perú Bicentenario, Bloque Magisterial, Podemos Perú y Acción Popular. El encuentro se realizó por la noche en un local del partido de José Luna Gálvez en el centro de Lima. La novedad fue que a esa convocatoria no asistió ningún vocero de Perú Libre.
La reunión iba a girar sobre la definición de una fórmula que enfrente al fujimorismo y sus aliados en la elección por la Mesa Directiva del Congreso. Las opciones eran el perulibrista Waldemar Cerrón y el acciopopulista Luis Aragón.
Pero la sesión se suspendió debido a la ausencia de Flavio Cruz, portavoz de Perú Libre. Mientras sus colegas de izquierda lo esperaban, el partido del lápiz tenía una asamblea en la que decidieron lanzar la candidatura de Cerrón, pero en la fórmula impulsada por las bancadas que defienden el régimen de Dina Boluarte.
El 7 de julio, el congresista Cruz había suscrito un compromiso para que su bancada perulibrista postule en alianza con la izquierda y el centro. El 21 ese acuerdo fue ratificado. Pero el domingo último el cerronismo no honró ese compromiso. Hubo discrepancias en esa asamblea por eso. El vocero, Cruz, según fuentes de este partido, no estuvo de acuerdo con la decisión de Waldemar Cerrón, sin embargo, ya no había vuelta atrás.

Ayer, pasado el mediodía, fue presentada la primera fórmula para la Mesa Directiva: Alejandro Soto, de Alianza para el Progreso (APP), como candidato a la presidencia; Hernando Guerra García, de Fuerza Popular (FP), a la primera vicepresidencia; Waldemar Cerrón, de Perú Libre, a la segunda vicepresidencia; y Rosselli Amuruz, de Avanza País, a la tercera vicepresidencia. Esa es la lista fujicerronista.La decisión fue calificada como una traición por las demás bancadas de izquierda y centro.
En un comunicado, Perú Libre se justifica: “La presencia de la izquierda en la Mesa no debe entenderse como la absorción de ella a la línea ideológica de los partidos de derecha”.Su líder, Vladimir Cerrón, también defendió la alianza con la derecha. “Debemos dejar la cultura de una izquierda nacida solo para oponerse, la izquierda tiene que prepararse para gobernar”, alegó.