Según la American Cancer Society, la leucemia es el cáncer más común en niños y adolescentes, representando a casi uno de cada tres cánceres. El 75% de los casos de leucemia en niños y adolescentes son leucemia linfocítica aguda, la mayoría de los otros casos son leucemia mieloide aguda. Es por ello, que un grupo de médicos del MD Anderson Center de la Universidad de Texas junto a otras instituciones comenzaron a investigar, hace dos años, el efecto de una nueva medicina llamada «Revumenib» en pacientes de leucemia mieloide aguda.
Entre el equipo médico se encuentra Branko Cuglievan Gulman, oncólogo peruano, jefe de la sección de leucemia y linfoma, de la División de Pediatría del Centro Oncológico MD Anderson, él se encarga de investigar a fondo sobre la leucemia y linfoma en la edad pediátrica y ejerce extensivamente como investigador principal y colaborador en diferentes ensayos clínicos claves en adolescentes y adultos jóvenes.
Cuglievan señaló que «el tratamiento para los casos de leucemia consistía en quimioterapia intensa, hospitalización y de ahí el trasplante, pero de pronto salió esta medicina. He sido muy afortunado. Soy el oncólogo especializado en niño que más casos pediátricos ha tratado con este fármaco en el mundo».
Asimismo, indicó que esta nueva medicina no baja las defensas, no salen heridas en la boca, no se cae el pelo y las personas no tienen que tomarla en el hospital, sino en la comodidad de su hogar. «El 30% de pacientes del grupo de estudio que logró una curación total, otro 53% respondió positivamente».
¿Qué es Revumenib?
Según el artículo publicado en la revista científica ‘Nature’, el fármaco, que se administra en forma de pastilla oral, explota un punto débil de las células tumorales causado por dos alteraciones genéticas frecuentes en la leucemia. Los resultados del primer ensayo clínico con Revumenib abren una nueva vía de tratamiento para pacientes con leucemias agudas que han agotado otras opciones terapéuticas.
Tanto las células leucémicas portadoras de la alteración de KMT2A (lisina metiltransferasa 2A), como aquellas que presentan mutaciones en NPM1 (nucleofosmina) son dependientes de la proteína menina para expresar los programas genéticos que facilitan el proceso tumoral. La menina se une a complejos proteicos que actúan como reguladores epigenéticos de la cromatina y su actividad.
 
															 
				 
															


 
															 
        	
        
       
        	
        
       
        	
        
       
        	
        
       
        	
        
       
        	
        
      