La polémica surge al conocerse que la adquisición del costoso accesorio coincide con la fecha de publicación de un decreto millonario, supuestamente beneficiando al gobernador Oscorima. El monto asignado estaba destinado a la construcción de escuelas, lo que alimenta las sospechas de corrupción en la gestión gubernamental.
La Fiscalía de la Nación ha incautado la pulsera y otros objetos de lujo que se presume fueron utilizados por Boluarte, mientras el abogado del gobernador Oscorima ha denunciado este acto como un «atropello».